Una de las recetas más conocidas y usadas en la cocina griega es el tzatziki o satsiki. Es imposible ir a Grecia y no probar un poquito de esta deliciosa y fresca salsa.
Tiene un sabor muy particular y es de gran ductilidad por los ingredientes que la componen, que son principalmente yogur griego y pepino.
La palabra tzatziki, deriva de la palabra cacik, tiene orígenes turcos y griegos.
No se sabe a ciencia cierta de cuando datan los orígenes del tzatziki, pero sabemos derivan de las tradiciones de los antiguos griegos, que para refrescarse en los días cálidos, mezclaban en un vaso yogurt con ajo y agua y lo servían sobre un pan; esto vendría siendo el inicio del tzatziki.
Esta salsa se empezó a hacer muy popular debido no solamente a su frescura, sino a la sencillez de sus ingredientes, y fue así que tanto la gente de la clase media como los grandes aristócratas podían consumir esta tradicional salsa.
Se fue haciendo tan popular que más tarde se empezó a difundir a las zonas vecinas, principalmente en Turquía donde se comparte el mismo nombre de la salsa y en algunas otras regiones recibiendo otros nombres. En Bulgaria se la llama Tarator y en Iraq Djadijk.
Esta salsa es parte de la gastronomía tradicional griega, pues desde la antigüedad los griegos tienen muy arraigado el uso del tzatziki para acompañar a casi todas sus comidas. Siempre se sirve fría para que sea más refrescante y queda perfecta para acompañar desde un antipasto con pan pita, una ensalada o arroz hasta platillos más elaborados como pescados, carnes y aves.
Además es uno de los integredientes estrella de ciertas comidas griegas como los GYROS (taco de pan pita tradicionalmente relleno de cordero) Souvlaki, (brocheta de cerdo intercalada con vegetales) y Dolmades (bolitas de arroz envueltas en hojas de parra). Además también es un componente principal del Kebab turco.